Políticamente incorrecto
En esta última década, el periodismo ha puesto en circulación una palabra para calificar aquellas ideas que son aceptadas o rechazadas por el sentir político y social automáticamente, sin necesidad de reflexión o valoración racional alguna: lo “políticamente correcto” o lo “políticamente incorrecto”. Decir que tal o cual opinión no es políticamente correcta, equivale a decir que suscita escándalo y rechazo en el pensamiento mayoritario e impositivo de nuestra sociedad. Es un calificativo muy acertado, ciertamente, porque hoy la política tiende a invadirlo todo, inclusive el ámbito íntimo y autónomo del pensamiento de las personas. Y ello puede ser letal para el ejercicio de la verdadera democracia.
Cuando una determinada idea resulta “correcta” o “incorrecta”, quiere ello decir que, de hecho, se ha impuesto en la sociedad una ideología totalitaria, a pesar de que se proclame el principio sagrado del pluralismo, y que, también de hecho, la libertad de pensamiento se encuentra restringida en su ejercicio, por más que se diga continuamente lo contrario.