Puente rompe los puentes

El lector puede valorar estas afirmaciones que ha hecho el ministro Óscar Puente, ahora que él ha encargado una lista de los insultos que se han vertido hacia él en medios escritos. A los periodistas les llamó “lacayos a sueldo”; a la consejera de Transportes de CyL, “sinvergüenza”; al diario “El Mundo”, “panfleto”.

Tal vez está deseando que escribamos de él que tiene aspecto de galán de Hollywood, por su físico y por su modo de expresarse. Pero no sé por qué, no me sale ni haciendo un esfuerzo, porque en mi opinión su aspecto es de portero de discoteca, para amedrentar a clientes que dan problemas o pueden darlos, por su actitud o excesivas consumiciones alcohólicas. Y que conste que he conocido a porteros de discoteca muy dignos y adecuados para esa tarea, desempeñando bien su trabajo.

Puente quiere callarnos

“Nuestro” ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, quiere silenciarnos, pues ha encargado que se recojan todas las columnas de opinión en las que se le insulta. Ante tal declaración inaudita y amenazante, coincido con Carlos Alsina: “¿y qué utilidad tiene ese trabajo para los ciudadanos? Yo no le veo ninguna”.

Puente, vallisoletano nacido en 1968 es licenciado en Derecho. Obtuvo la licenciatura en 1993. No tengo datos de porqué tardó tanto en obtener la licenciatura, con 25 años, cuando lo habitual es unos años antes. Tal vez tuvo importantes reveses económicos y tuvo que compatibilizar estudios y trabajo, o era más persona de acción que de estudio. 

Legalidad-Legitimidad

Entre los muchos conceptos que interactúan en el mundo del derecho hoy se me ha ocurrido, ya veremos el motivo, poner sobre la mesa los de legalidad y legitimidad. Los operadores jurídicos los manejan con asiduidad y solvencia. Otra cosa es fuera del estricto ámbito profesional pues, aunque se parecen, tiene significados distintos lo que podría dar lugar a cierta confusión. Intentaré, en la medida de mis modestos conocimientos, precisar  ambos  términos apoyándome para ello en estudiosos que han profundizado en la materia.

El concepto de legalidad es  fácil de comprender y de definir. Un acto o negocio jurídico es legal si se somete al ordenamiento jurídico al amparo del cual se ha dictado. Se ciñe al ámbito estrictamente jurídico y son los jueces los competentes para determinar si el hecho es o no legal. “Este principio tolera el ejercicio discrecional del poder, pero excluye el ejercicio arbitrario y aquí es donde entra en juego la legitimidad.”[i]

Saber descansar

Son días festivos, estamos en Semana Santa, días del máximo sentido religioso y también de descanso. Participar en procesiones y ceremonias religiosas también supone un descanso para el espíritu, y de hecho aumenta la participación cada año, por motivos distintos: fe, tradiciones populares, arte o vistosidad.

Algo tan humano como el descanso me sugiere unas líneas. Ninguno somos una máquina inagotable, tenemos brotes de cansancio físico o psíquico, según nuestro trabajo y las circunstancias de nuestra vida. Pienso que, en primer lugar, hay que aprender a no agotarse, sabiendo detectar situaciones duras que, precisamente en estos días, podemos reconocer y paliar, o empezar a mitigar. ¡Pobre de quien se crea ‘superwoman’ o ‘superman’! Algo básico: cuando se descubre un descosido, arreglarlo pronto antes de que el tejido se rompa. No agotarnos es reconocer nuestros límites.

La "comunitat científica" i LA LLENGUA DE VALÉNCIA

L’escrit titulat ¿El valenciano es catalán o es la evolución del latín vulgar del territorio? (Marc Pons en elnacional.cat de 29-10-23) i espècies paregudes representen be la manipulació del relat sobre Valéncia i l’orige del valencià que circula en la galàxia educativa i propagandística de la nostra Comunitat. Un discurs que altera història, cultura i llengua dels valencians (les cacarejades “senyes d’identitat”) en quatre aspectes essencials: a) l’invent de païsages històrics de ficció; b) les falsetats en série; c) el silenci sobre el paradigma no coincident; i d) la fabricació d’autoritats. I, lo que resulta més inquietant, que hui admetria una part apreciable de docents, víctimes ells mateixos de decenis de llavat mental pels delegats de la Trola Catalana. Parem atenció.

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