La cultura de lo efímero
La crisis de las ideologías y creencias en nuestra sociedad occidental está produciendo, en la inmensa mayoría de la gente, una actitud ante la vida muy significativa: vivir de lo inmediato, de lo superficial y de lo cambiante, sin preocuparse por encontrar un sentido profundo y auténtico a la existencia. En contraposición a la vida orientada sobre principios firmes, que veíamos en otras épocas, el ambiente cultural que hoy vivimos se podría definir como ”la cultura de lo efímero”, por la fuerza determinante que hoy tienen las modas en las sociedades modernas. Porque se trata, en efecto, de una nueva filosofía práctica, de un nueva cultura, que nos permite entender el modo de ser y de comportarse de muchísima gente.

Los profundos cambios que está experimentando nuestra sociedad se extienden a todos los ámbitos, y uno de ellos es el de la infancia. Los niños de hoy son, por supuesto, muy distintos a los de antes porque el contexto social y cultural es también muy distinto; pero de lo que no nos damos cuenta es de algo mucho más grave: en nuestra sociedad, el concepto y realidad de la infancia está desapareciendo. Por más que su edad nos diga lo contrario, los niños de nuestra sociedad ya no son niños, porque su forma de comportarse no se corresponde al estereotipo de la infancia que siempre hemos conocido. Lo propio de la infancia, su principal signo de identidad, es la inocencia, y es esto precisamente lo que está desapareciendo del alma de nuestros niños. El sociólogo americano N.