La Catedral de Córdoba
Hace tan solo unos días el pintoresco Sánchez Gordillo, el conocido líder independentista andaluz, le reclamaba al arzobispado de Córdoba la devolución de la catedral de la Asunción de Nuestra Señora, arrebatada (sic) al Islam por derecho de conquista hace unos ochocientos años. A la petición del líder del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) se le añadió una parte importante de la progresía andaluza y de sectores islámicos que fieles a las enseñanzas recibidas de sus líderes religiosos sueñan con la recuperación del al–Andalus.
La polémica estaba servida y un aluvión de historiadores, juristas, etc, han desfilado por los medios de comunicación exponiendo sus opiniones sobre el tema. Y hasta con indudable oportunismo electoral la Junta de Andalucía y su lideresa Susana Diaz (¿no era esta mujer la esperanza política del socialismo patrio?) han defendido las posiciones de Sánchez Gordillo.