Opinión

“Podemos” y Pedro Sánchez

Las referencias de Podemos a Pedro Sánchez y a la inversa merecerían un estudio exhaustivo, pues ofrecen todo tipo de ofertas, invitaciones y descalificaciones. Y ante el 26-J no podía ser menos.

Una gran duda es la credibilidad de Pablo Iglesias y la de Pedro Sánchez, ambos con la pretensión de llegar a ser presidente del Gobierno, de un gobierno de izquierdas, pero en el que difícilmente hay puntos de encuentro, salvo el de echar al PP.

Tras las elecciones del 20-D, la insólita propuesta de Pablo Iglesias de ser vicepresidente del Gobierno presidido por Sánchez, reclamando unas áreas ministeriales concretas, queda para el recuerdo bochornoso de lo que es pura negociación política. El tercer partido pretendía imponer un gobierno, que luego se comprobó inviable.

La Autorictas y la Potestas

La sutil distinción procede del derecho romano. Aunque en el sentido actual sería un poco difícil de traducir con cierta aproximación, por ejemplo, la palabra AUTORICTAS. De momento, nos sirve como punto de referencia conceptual.

De una manera general, era y es, una cualidad moral que proporciona legitimidad y autoridad a las instituciones y a determinadas personas. Por ejemplo, en nuestro sistema constitucional, de acuerdo con el artículo 1, 2, la autorictas procede de la soberanía nacional y está residenciada en el pueblo español del que emanan todos los poderes del Estado. En el sistema comunista, por ejemplo, la autoridad procedía del proletariado y el poder (la potestas) era ejercido por la Dictadura del Partido Comunista.

¡España! ¡España! ¡España!

Las jotas, en especial las aragonesas, siempre han sido un canto a las costumbres, a los sentimientos y en ocasiones simbolizan los latidos de un pueblo. Así decían en 1923 por primera vez las estrofas de unas jotas editadas por D. Luis Sanz Ferrer: “Todos los aragoneses al gritar ¡Viva mi tierra!, no dicen ¡Viva Aragón!, dicen ¡Viva España entera!” o aquella otra más conocida de: “Quien oyendo un ¡Viva España!, con un ¡Viva! no responde; si es hombre no es español y si es español no es hombre”.

El “fascista” Pemán

PemánJosé María Pemán y Pemartín. Escritor. Director de la Real Academia de la Lengua. Un busto suyo colocado apenas hace un año en el vestíbulo del Teatro Principal de Jerez ha sido retirado con motivo del acuerdo municipal promovido por doña Ana Fernández, concejala comunista. Este rencor histórico de cierta izquierda es el cuento de nunca acabar. Ya está bien. Si dependiera de esta mujer, los talibanes de Afganistan y los fanatizados milicianos del Ejército Islámico quedarían reducidos a simples aprendices de la intolerancia y del fanatismo.

Las siete vidas de Ximo Puig

El actual presidente de la Generalitat Valenciana, el socialista Ximo Puig, es un experimentado político, del que bien puede decirse que tiene 7 vidas como los gatos, o incluso más.

“Las siete vidas del gato” es una obra de teatro de Jardiel Poncela, estrenada en 1943, y que en 1970 se llevó al cine. Recoge la acepción popular de que un gato tiene una gran capacidad de resistencia, y puede salir indemne de situaciones que para otros serían fatales, mortales.

Puig es un malabarista de la política. Con su carácter afable y campechano, ha sobrevivido a mil batallas políticas, por supuesto haciendo caso del consejo que le dio su abuelo de “Tú, siempre de izquierdas”.

Prácticamente toda su vida se ha dedicado a la política, tras una breve experiencia profesional en diversos medios de comunicación. Desde 1983, con 24 años, su profesión es la política. Fue jefe de gabinete con Joan Lerma, pero se esconde esa etapa, porque el “lermismo” es pasado, y Puig formó parte muy activa de aquella etapa.

El orgullo de ser español

José Diaz Ramos, antiguo militante cenetista. Con el tiempo sería designado Secretario General del PCE. Enfermo terminal de un cáncer gástrico, recibe en el lecho mortal a su correligionario Jesús Hernández Tomás. Ambos están profundamente desilusionados de su experiencia al servicio del imperialismo soviético y de una manera especial por haber contribuido a borrar del alma de sus hombres “el orgullo de ser español”.

“Deberemos comenzar poco a poco…pero comenzar por algo. Un viraje de 180 grados en el Partido no lo conseguiremos no lo lograremos ni en unos días, ni en unos meses, ni quizás en unos años- expuso Díaz.

– Eso es lo que me desmoraliza -indiqué.

– Qué te parece si comenzamos a desplegar una campaña, hábilmente desarrollada tendente a despertar en nuestro Partido un sentimiento de orgullo por todo lo español?- me preguntó Díaz.

– La mirada de Díaz se había animado. De sus ojos negros se desprendía ahora un reflejo de malicia y de contento. Su ocurrencia le animaba. Prosiguió:

Derechos y Deberes

“Todo derecho que no lleve consigo un deber, no merece que se luche para defenderlo” (Mahatma Gandhi)

¿Por qué suenan más en nuestra sociedad los derechos que los deberes? ¿Por qué legisladores y políticos, empresarios y sindicatos o ciudadanos en general exigen y revindican más sus derechos que sus obligaciones? Con la perspectiva que me dan los años y la observación frecuente de los acontecimientos y comportamientos sociales, me da la sensación que nuestras actuaciones están cimentadas más bien en la exigencia de todo tipo de derechos, que en el cumplimiento general de nuestros deberes.

El abogado Tomás Moro: Un ejemplo para los juristas (incluídos los magistrados del TC)

1.- El londinense Sir Thomas More a sus cincuenta y siete años tenía todo lo que un hombre ambicioso pueda desear: buena posición económica, una familia estable, muchos y buenos amigos quienes se disputaban su amistad, merecido prestigio intelectual, escritor (ahí queda para la historia del pensamiento político su atrevido ensayo titulado La utopia), teólogo, jurista, publicista, íntima amistad y colaborador de Erasmo –otro intelectual a quién se rifaban todos los cenáculos intelectuales de Europa-, alumno -y administrador en el año 1524- de la prestigiosa Universidad de Oxford y de los más destacados centros universitarios ingleses, abogado con una honradez profesional a toda prueba, reconocida tanto por sus clientes como sus colegas oponentes en el foro, juez de lo civil –que diríamos ahora-, profesor universitario de derecho, etc. Esta brillante carrera profesional culminó cuando Enrique VIII le nombró canciller o primer ministro del Reino.

La consellera Montón

Tras conocerse el “gobierno en la sombra” de Pedro Sánchez, la perplejidad y las críticas no han cesado. Se han escuchado críticas que van desde la falta de apoyos que tiene Sánchez en el actual partido, la repesca de cargos de los años 90 y la abultada cifra de independientes. También los socialistas valencianos están molestos con la consellera Montón, una de las integrantes de ese “gobierno en la sombra”, que vienen a reconocer las críticas que hace tiempo ha efectuado el PP valenciano de que Carmen Montón tenía y tiene la mirada puesta en Madrid y poco en la Comunidad Valenciana.

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