Las pensiones son de todos
Ayer, en el Congreso, Mariano Rajoy vinculó las mejoras de las pensiones a los presupuestos. Implicó a todos los partidos, y jugó bien su baza.
Indudablemente, echaron en cara los parlamentarios a Rajoy que la presión de la calle le ha obligado a comparecer. Evidente, y al presidente del Gobierno le ha faltado calibrar la indignación de la calle, de los pensionistas y de todos los españoles, ante una materia crucial.
Que el Gobierno haya subido sólo un 0,25% las pensiones en estos últimos años, y también en 2018, choca con los mensajes de la recuperación económica de España, el aumento de los salarios, el fomento de inversiones, la remuneración y aumento salarial de políticos y asesores. Si hay que apretarse el cinturón, se puede entender, pero implicando a todos, no olvidando a los pensionistas, casi 10 millones de españoles.

Por primera vez en la historia, la humanidad se encuentra unificada a través de los medios de comunicación con una rapidez y perfección que nadie podía imaginar hace unos lustros. Ya no hay barreras de espacio y tiempo entre los hombres; en cuestión de segundos, podemos ver lo que pasa en lo más extremo del mundo, informarnos de todos los sucesos en sus mínimos detalles, comunicarnos directamente de persona a persona. Todos estamos hoy intercomunicados en todo y nada se escapa al poder omnipresente de la red que cubre el universo mundo.
Buena ocasión el Día Internacional de la Mujer para reflexionar sobre el trabajo de las mujeres periodistas, sus dificultades y retos.
Estoy de acuerdo con Mariano Rajoy: faltan gobernantes. Se está demostrando en el futuro de las pensiones, tratado con falta de previsión y ocurrencias.
1.- Procede de Kenia. Al parecer pertenece a la noble y aristocrática tribu de los masai. El color de su piel es intensamente negro. Tiene unos ojos grandes y hermosos que ennoblecen sus facciones africanas. No sé como se llama, pero sé que se gana la vida de vendedor ambulante. De vez en cuando acudia a “La peonza”, en la calle Peñíscola y la dueña, Juani, le obsequiaba con algún refresco y con un ratito de acogedora conversación. ¿Y saben de que le habla este joven masai a Juani?. Le hablaba con una gran añoranza de su familia, de su madre y de su padre, y de sus hermanos. Y le contaba que su gran ilusión es ganar el dinero suficiente para aliviar la pobreza de su familia.