CERVANTES y el IDIOMA VALENCIANO
Supongo que todo lo cervantino está estudiado, aunque desconozco si existen ensayos sobre la obsesión de Cervantes hacia las lenguas. En su póstumo “Los trabajos de Persiles y Sigismunda“ (a.1617), hay quien clama por el idioma perfecto: “¡Qué lengua podrá decir, o qué pluma escribir lo que sintió!” ; y otro, por el contrario, oculta el suyo: “para disimular la lengua, y que por ella no fuese conocido por extranjero, me fingí mudo y sordo”; treta quizá autobiográfica de Cervantes en los intentos de fuga de la cárcel o Baños de Argel. En el Persiles, novela de peregrinos que viajan a Roma, surgen personajes que hablan francés, italiano, polaco, castellano y valenciano; pero el novelista no especifica lo de “valenciano”, al dar por hecho que los lectores sabrían a qué lengua aplicaba estos adjetivos laudatorios: