Anomalías nacionales
Desde hace años vengo apuntando algunos de los males que acosan a nuestro país -paro, centrifuguismo regional, declive del idioma, incultura popular, baja productividad- que explican el estancamiento declinante que presenta España en el panorama mundial.
En paralelo, también insisto en subrayar las virtudes hispanas que, en un balance general nos sitúan entre los países más atractivos del mundo, climatológica, gastronómica y socialmente.
Pero dejando aparte los rasgos positivos y negativos suficientemente conocidos, en estos días es necesario y urgente incidir en dos lacras que están debilitando adicionalmente el armazón nacional.