Chismes españoles
Mientras los acontecimientos mundiales -particularmente desde la llegada de Trump a La Casa Blanca- monopolizan nuestra atención, es inevitable para los que estamos aquí, mirar aunque sea de reojo a lo que pasa en nuestra querida España.
Aunque lo que ocurre no sea para echar cohetes. Llevamos meses arrastrando agónicamente la historieta del beso "Rubiales-Hermoso", una cuestión que parece resuelta por un juez sensato, que por el módico precio de 10.000 euros, puede ser dé carpetazo al serial (revisiones aparte).
Lo cierto es que aquello que ocurrió después del triunfo de nuestras futbolistas no fue un beso ni fue nada más que un espasmo maleducado de Rubiales que siguió a otros entusiastas tocamientos de genitales, en presencia de parte de la familia real, tras el gol de las españolas que, por su cutrez, bien hubiera merecido un castigo más severo.