La enseñanza concertada como servicio público
El martes pasado, Carlos Herrera le dio un repaso a un senador del PSOE, Miguel-Ángel Heredia, por llamar a “no educar a los pijos con dinero público”. En síntesis, Herrera le dijo que era un indocumentado, que la enseñanza es un servicio público y que lo cumplen también los centros concertados, y que los servicios públicos son para todos, y que es preferible financiar a “pijos” que a políticos que van de prostitutas con los fondos de EREs en Andalucía. Vamos, que le dio un repaso en toda regla al senador socialista.
Lo que deseamos todos es que los servicios públicos funcionen bien: tenemos derecho porque pagamos impuestos. El Estado está para servir con sus bienes e ingresos a los ciudadanos.
Hay diversas formas de prestar esos servicios públicos: por parte de los propios organismos públicos, aprobando convenios con entidades privadas, o concertando plazas. Además, quien pueda y quiera puede acogerse a entidades privadas que dan esos servicios, en vez de acudir a los servicios públicos a los que se tiene derecho. Por ejemplo, en materia sanitaria, en centros asistenciales o residencias de ancianos, o en materia educativa.