Opinión

DIVAGACIONES de un mestizo valenciano en Barcelona

A finales de agosto hacía mucho calor en Barcelona, y la escalibada no me había sentado nada bien, sentía náuseas. Tampoco me gustaba la cara de asombro de las encargadas de la Biblioteca de Cataluña cuando servidor pronunciaba "vesprá", "atre", etc., o utilizaba el verbo "eixir". Y conste que intentaba guturalizar fonemas y catalanizar el léxico para disimular mi condición de ciudadano de segunda en Cataluña; pero tanto ellas como yo sabíamos la verdad: era un vulgar mestizo valenciano.

Pánico mundial

En el periodismo, como en la vida, hay que estar prevenidos contra el alarmismo, la superficialidad y la indiferencia ante el dolor o el sufrimiento. La caída de Afganistán en manos de los talibanes es una tragedia para los afganos y para toda la humanidad, y pienso que no es alarmismo. Algunos líderes mundiales como Macron, Merkel o Johnson han suspendido sus vacaciones, porque requiere actuaciones inmediatas de evacuación de personas, también  de los miles que han colaborado con las potencias occidentales, y con razón temen por ellos y por sus familias: sin embargo, Pedro Sánchez de nuevo hace gala de lo que es, un mediocre feliz de vivir en la Moncloa, y ahí ha seguido en Lanzarote. Si lo tenemos de presidente, algo dice de nosotros.

Atraco educativo

No seré original, pero desde luego no me cansaré de escribir y decir que la enseñanza –y la educación en sentido amplio, que es más rica que el ámbito docente– es más importante de lo que nos parece.

Aunque parezca exagerado, es lo que nos diferencia de las especies animales: nuestras cualidades intelectuales tienen muchas potencialidades, no es la subsistencia nuestro único objetivo, sino la formación intelectual, racional, afectiva, emocional, humana. Los animales también requieren y admiten un adiestramiento, desarrollan cualidades, pero no son animales racionales.

Agosto es mes tradicionalmente jalonado por atracos de diversa índole. Las instituciones saben que la población está de vacaciones, una anestesia generalizada invade la sociedad.  

Misa en Ápunt

Es un acierto que À Punt haya decidido reanudar la emisión de la Misa dominical. Por supuesto que conviene escuchar y respetar todas las opiniones, pero soy de los que piensan que hay opiniones más fundamentadas en datos y argumentos objetivos, y hay opiniones que se guían por sectarismos-prejuicios-animadversiones. Es una decisión que ha adoptado el director general, Alfred Costa, que desde luego está mejorando el planteamiento y las decisiones de su antecesora, Empar Marco. Domingos, a las 10, desde la parroquia de la Asunción, en Torrent. Costa tiene mucha experiencia: primero en Canal 9; ahora, en À Punt. La Misa tiene más audiencia que la media en la cadena.

Descobrint la Lluna

I

Se, perque lligc (¡atencio als refractaris a la llectura!), que els meus llingüistes genuïnistes de capçalera (Leo Giménez i Josep Lacreu) son proclius als ‘descobriments’: els accents son innecesaris (Giménez), preferix un model idiomatic alluntat de l’elitisme noucentiste o del valencià llibresc (Giménez), l’ortografia es una convencio (Lacreu; la sociollingüistica li deu un monument), determinats elements idiomatics son simbolics (Lacreu... si llegira a Toni Mollà, ho sabria) ...

He pronosticat que algun any d’estos ‘voran’ que els autors classics valencians usaven ya les grafies <ch> i <y>, tal com ho fem en les Normes d’El Puig (aclarixc, nosatres ho fem com ells). I tal vegada, es demanar molt, es donaran conte que el ‘amb’ es una barbaritat idiomatica, que ‘en’ ya es troba no nomes en els classics sino ben abans, en el sigle XIII, o que ‘atre’ figura en trobadors, en els sigles XI-XIII (o siga, que no nos l’hem inventada els valencianistes i que tambe es ‘catalana’).

El Cotonet de Sudáfrica: ¿MIENTE LA ADMINISTRACIÓN?

El requisito indispensable para mentir es la voluntad de engañar, y esa voluntad sólo la puede conocer quien ha dicho la falsedad. No obstante, si existe buena voluntad, si no ha existido intencionalidad de engaño, una vez descubierto el error, del mismo modo que éste se hizo público, el desmentido también debe hacerse público.

El fracaso del Plan de Acción del gobierno es un hecho que hoy todo el mundo reconoce. Un Plan en el que, a excepción de las asociaciones de agricultores de Villarreal y Nules, increíblemente, todos aceptaban como bueno y todos defendían, pero que hoy, a la vista de los daños, todos critican airadamente el fallido Plan y nadie se acuerda de haberlo defendido. El razonamiento de estas asociaciones era muy simple: si el Plan no incluía nada nuevo a lo utilizado la campaña anterior, en la que hubo daños importantes, por qué regla de tres, ahora, tenía que funcionar.

De modo muy resumido, recordemos que el Plan se basaba en: 

VERSIO ORIGINAL, subtitulada

L’estupidea humana, la d’alguns humans, pareix que no te llimit. Ara es l’hora de À punt. ¿Per qué no me sorprenc? Perque se que si son capaços de llançar impunement la serie Merlí, en catala oriental, sense subtitular (perque es la mateixa llengua), tambe se que son capaços de subtitular a un jove music de Bechi... perque no parla normalisat (no perque creguen que son dos llengües).

Alguna ment brillant, de les moltes que n’hi ha en la nova-antiga televisio ¿valenciana? s’haura preguntat: ¿per qué no posar en practica l’acort de normativisacio unitaria que firmaren no fa molt l’Institut d’Estudis Catalans, l’Universitat de les Illes Balears –que no pinta fava– i l’inclita Acadèmia Valenciana de la Llengua –que encara pinta menys–? I avant. El fruit va madurant.

Civismo veraniego

El verano parece terreno abonado para el descuido y la dejadez: el calor es la excusa o el motivo para justificar una retahíla de actuaciones que son nocivas para las relaciones sociales, o la educación  a la hora de vestir, viajar, comer, bañarse en el mar o en una piscina. Pienso que el verano, y de modo especial el mes de agosto, es la época en que, probablemente, más se descuida el civismo, invocando el socorrido calor o que se está disfrutando de vacaciones. El civismo supone pensar en los demás y no ampararse en la zafiedad, el egoísmo o la pereza. Me viene a la cabeza el refrán de “en la mesa y en el juego se conoce al caballero”, que me permito ampliar a las vacaciones, y de modo especial al descanso veraniego. Al escribir estas líneas, recuerdo cómo se comportan familiares, amigos, colegas, y he de reconocer que se aprende mucho de los demás…, también cuando nos llama la atención la zafiedad, el abandono.

Profesores interinos

El motivo de estas líneas es mi asombro ante algunos datos de las recientes oposiciones de profesores interinos, escuchando la perplejidad e indignación de algunos miembros de tribunales en esas oposiciones. Pertenecen a comunidades autónomas distintas y asignaturas distintas. También me lo han expresado miembros de tribunales de oposiciones en estos últimos años. Tanto en Matemáticas como en Geografía e Historia, por poner algunos ejemplos, se han asombrado del paupérrimo nivel de los opositores, profesores ya con años de experiencia: “Muchos no han demostrado ni el nivel que los alumnos actuales tienen”, “se ve que muchos se presentan sin prepararse, a ver si hay suerte”, “hasta con un 0,5 en un examen se ha atrevido un opositor a revisar el examen”. Visto el nivel, han decidido dejar sin cubrir bastantes plazas. Me cuentan que muchos interinos se quejan de su situación, pero prefieren seguir de interinos, pues, al obtener plaza por oposición, pueden destinarles a una localidad que no les resulta tan cómoda o adecuada como la que tienen ahora.

LA LISTA DE MONTESQUIEU SIGUE INCOMPLETA

Tendemos a considerar que los grandes pensadores, los grandes filósofos, son cosa del pasado, que son insuperables, sagrados, eternos…por ejemplo, la ciencia política moderna está basada en gran parte en trabajos y estudios de hace trescientos años, si no más. Quizá ha llegado el momento inaplazable de actualizarlos. Si alguien se siente tentado a considerar esta apreciación como una especie de insolencia, le ruego espere a acabar de leer el texto.

Por ejemplo, tenemos el caso del bueno de Montesquieu (1684-1755), muy influenciado por las ideas de Hobbes, y que llegó a una conclusiones contenidas en su obra “El espíritu de las Leyes”; básicamente un manual básico de estudio de la política desde entonces. Según él, los poderes del estado eran tres: el ejecutivo, el judicial y el legislativo. Lo importante era que funcionaran por separado, dado que su idea más relevante era que nada había más importante que la Ley. Como jurista no puedo menos que compartir su apreciación y respetarla. 

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