Oltra apabullada
El martes Mónica Oltra compareció en la Diputación Permanente de las Cortes Valencianas para explicar la gestión de los abusos a menores tutelados por la Generalitat Valenciana, que ella ha llevado a cabo como consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas. Fue una de las sesiones más duras que he conocido, y para Oltra fue, sin lugar a dudas, un varapalo político en toda regla como nunca había experimentado.
La consellera, que también es vicepresidenta del gobierno valenciano y portavoz –los tres cargos desde 2015, en que el tripartito de izquierdas llegó al poder-, es hábil y ambiciosa. Ximo Puig le teme, le deja hacer y depende de ella, ya que incluso movió hilos en 2015 para presidir la Generalitat argumentando que Compromís y Podemos tenían más diputados que el PSPV, y en esa maniobra le apoyó Pablo Iglesias, pero Ximo Puig logró la presidencia por ser el partido con más diputados. Fue todo un pulso, que ayuda a entender fortalezas y debilidades, silencios cómplices y reparto de parcelas de poder.