Memoria Histórica

De nuevo malabarismos de Susana Díaz, ahora sobre la Memoria Histórica, alegando que es partidaria, pero pide una Memoria Histórica “que no mire hacia atrás”, y que las normas no deben servir “ni para confrontar ni para enfrentar”, poniendo como ejemplo las normas andaluzas y justo cuando el PSOE quiere sacar los restos de Franco de la basílica del Valle de los Caídos. Unas palabras de la líder andaluza que pretenden distanciarse de Pedro Sánchez, a la vez con habilidad para cortejar a los que propugnan una vuelta hacia atrás de modo permanente. No es una cuestión prioritaria para los españoles, pero para ciertos sectores políticos sí lo es. En los gobiernos de Felipe González –y eso que estaba más reciente Franco– no se prestó ninguna atención a estas cuestiones ni la sociedad lo pedía. Ahora la sociedad no lo pide, pero ciertos políticos están empeñados. Sospechoso: gato encerrado.

Señera de dos barras del Tratat d'Almirra, los blaveros y Sentandreu (IV)

La curiosidad me impulsó a viajar en busca de documentación sobre la señera que, según Fuster y Pere Mª Orts, habría sufrido el incremento del azul por parte de ignorantes ediles en tiempos modernos. Lo hallado fue sorprendente. Procedentes de colecciones reales y de la nobleza europea se conservaban imágenes de las antiguas señeras valencianas. En el mundo del lepisma saccharina, entre incunables y manuscritos, me percaté de otros engaños de los expansionistas, como la historia catalana de la barras de sangre de Wifredo el Velloso. El cuento era repetido por anexionistas que lavaban el cerebro a los niños valencianos. Casualmente, analizando un incunable descubrí que era copia de una leyenda castellana referida a la toma de Córdoba, en 1236.

Guastavino, un valencià que revolucionà l'arquitectura en EE.UU.

Gracies a l’Institut d’Estudis Valencians, el passat mes de juny, tingueren la sort d’escoltar la magnifica conferencia impartida pel professor Fernando Vegas sobre la figura de Guastavino i la seua relacio en Valencia.

 L’arquitecte i constructor Rafael Guastavino, forma part d’eixe elenco de valencians que son reconeguts fora i oblidats, quan no ignorats, per el seus païsans. Naix en Valencia en 1842, just, com nos recordà el professor Vegas, en el moment en que es desmotaven moltes construccions, victimes de la desamortisacio de Mendizabal. Ser testic en primera persona de la composicio i configuracio de les estructures que s’anaven descuartisant li permitiria estudiar la tecnica tan popular valenciana, per a la construccio de les bovedes, com era la "boveda tabicada".

No mes acabar els seus estudis d’arquitectura, ya va inciar els seus proyectes en Barcelona: la fabrica Batlló o el Teatre de Massa, son clars eixemples.

Agradecimiento y aclaraciones

Una vez conocido el desenlace del que iba a ser mi nombramiento como Director de Seguridad Nacional, ha llegado el momento de romper el silencio que la debida prudencia hasta ahora me había impuesto. 

Antes de nada, a mi querido General Miguel Ángel Ballesteros, maestro y amigo, ya oficialmente nombrado para el puesto de Director de Seguridad Nacional, le deseo la mejor de las suertes, al tiempo que me pongo a su disposición para lo que precise. 

Tampoco puedo dejar de mostrar mi agradecimiento al señor Presidente del Gobierno y a su jefe del gabinete, Iván Redondo, por haber pensado inicialmente en mí, lo que ya de por sí me ha supuesto un inmenso honor. 

La politización de la cultura

Uno de los fenómenos más típicos de nuestra época lo constituye, sin duda, la invasión de la política en todas las manifestaciones de la cultura. El hecho, por universalizado que está, no deja ser una extraña confusión; porque la política ya no se limita a su campo específico —esto es, a lo propiamente político, a lo social, a lo económico— sino que se erige en criterio de verdad y de error, de bien y de mal para toda clase de ideas. Esto explica que la contestación actual a la cultura sea tan radical y virulenta. En efecto, lo propio de la política es el espíritu partidista y las alternativas radicales. Cuando se lleva a terrenos que no son suyos, nada extraño es que las fobias políticas impidan el ejercicio neutral de la razón. Esta deja de ser equilibrada, condición indispensable para hallar la siempre difícil verdad, y se torna esclava sumisa del ideal político.

Dimisión de Ribó

El alcalde de Valencia, Joan Ribó, está obligado a dimitir por coherencia con sus propias palabras. En marzo de 2016 el líder de Compromís afirmó que, si era imputado, estaba obligado a dimitir, no sólo “dispuesto a dimitir”, y destacaba que eso era lo coherente. Resulta que ahora Ribó está investigado –antes “imputado”– por prevaricación, tras una denuncia del Grupo Popular en el ayuntamiento por negarle el expediente administrativo relativo a una encuesta sobre el colectivo fallero en 2017. Y, por mucho que diga que es una casualidad que la imputación se haya conocido a la vez que la sentencia de la Gürtel valenciana, la realidad judicial es la que es: el hombre es esclavo de sus palabras, y dueño de sus silencios… si es que tiene palabra, claro.

Confiança i coherencia (i III)

La coherencia es la vinculacio o relacio que hi ha entre unes coses i unes atres; mes en concret, es referix a l’actitut i la conducta llogiques i conseqüents en una posicio anterior o en els principis que es defenen i professen.

I ara, ¿de quí toca parlar? De Podemos, dels dirigents del partit: del secretari general Pablo Iglesias i de la portaveu en el Congres, Irene Montero. L’escandal domestic, resolt fa uns dies (27-5-18), naixque arraïl de l’anunci de la compra d’un chalet de 660.000 euros en la rodalia de Madrit. Alli pretenen instalar-se i viure en els bessons que esperen pronte.

¿Qué te d’irregular la compra d’una casa d’eixe preu? En principi, no res, si no fora per un pero. Fa uns anys, en 2012, Iglesias criticà que l’exministre d’Economia Luis de Guindos adquirira un atic per 600.000 euros per a ‘especular’, segons el dirigent podemita.

No menors, son les ocasions en que han presumit de viure com la gent normal i corrent, per a confrontar-ho a les dels rics: el poble i la ‘casta’. I lo dit i escrit se’ls ha tornat en contra. 

Señera de dos barras del Tratat d'Almirra, los blaveros y Sentandreu (III)

El deporte progresista del desprecio al blavero

En San Juan de Alicante, cuando yo tenía el pelo negro en 1985, un engreído director de oficina bancaria que se dedicaba al arte de Luís Candelas, me dijo: 'Yo puedo perder mi prestigio si me ven con usted por la calle”. Nos dirigíamos a la exposición sobre la Real Señera organizada por mis alumnos. El hombre conocía las reglas del juego: él podía robar y repartir migajas en subvenciones a catalanistas, siendo respetado; ahora bien, si cedía una sala de la entidad a un blavero ¡puf, la que se podía armar! De hecho, salimos en El Temps de Eliseu Climent y lograron que la exposición no se celebrara en varios pueblos de la provincia de Alicante (Hubo una periodista independiente, Mercedes Pérez Ruzafa, que arriesgó su carrera al publicar en Información planas enteras sobre esta exposición. Siempre la recordaré agradecido).

Suscribirse a RSS del Club de opinión Jaime I y de estudios históricos