BIOGRAFIAS FALSAS
El escándalo de Noelia Núñez descubre un vicio frecuente en el mundo de la política: la falsificación de los currículums de políticos. No es extraño que así ocurra por la sencilla razón de que para ejercer tan codiciado oficio no es necesario poseer ningún título académico. No es necesario ser doctor, ni licenciado, ni siquiera bachiller.
Quizá para intentar evitar el caer en el pozo del analfabetismo es por lo que no pocos políticos engordan sus biografías académicas confundiendo el haberse matriculado en una carrera, con haberse licenciado en ella.
Personalmente solo puedo asegurarles que tres diputados sí que tienen los títulos que ostentan. Uno de ellos es el ministro de asuntos exteriores, José Manuel Albares, otro el ministro de cultura Ernest Urtasun y el tercero el diputado Agustín Santos, por la sencilla razón de que los tres son diplomáticos y para acceder a esta oposición es indispensable contar al menos con una licenciatura universitaria. Resulta llamativo que los tres figuren en partidos de izquierdas y dos de ellos nada menos que en Sumar.
