UN DISCURSO DELICADO
En la velada de Nochebuena ya es tradicional sentarse a escuchar el discurso real. Don Juan Carlos nos ofreció 38, los primeros de ellos acompañado de la familia real. Don Felipe ha pronunciado este año su noveno que venía precedido por unas expectativas (falsas) de que este año las palabras del Rey serían muy comprometidas cuenta habida el curso político tan cargado de sobresaltos que habíamos tenido.
Muchos imaginaban que Don Felipe se iba a pronunciar sobre asuntos tan espinosos como la ley Trans, la proliferación de okupas, el trueque del delito de sedición por el de "desorden público agravado", el descuento de la malversación, la pifia del Sahara, la masacre de Melilla, el "solo si es si" o el intento de modificar las mayorías requeridas para cambiar la composición del Tribunal Constitucional o el CGPJ.
Quien eso esperara es que no ha escuchado muchos discursos reales ni en España ni en otras Monarquías y no comprende que un monarca parlamentario no puede expresarse de forma manifiesta ni a favor ni en contra de ninguno de los partidos que figuran en el arco parlamentario.