Stop a la violencia política española
No quiero comparar si hay más o menos violencia, física y verbal, en nuestro país respecto a hace unos años, o comparando con los países de nuestro entorno. La impresión que tengo es que va a más, invocando la política como justificación para agresiones e insultos, especialmente en las redes sociales.
Inés Arrimadas sabe bien lo que es recibir insultos en Cataluña por ser de Ciudadanos. Eso no ha sido obstáculo para que haya reprobado los insultos a Ada Colau por parte de independentistas catalanes, a la vez que alude a que ojalá Podemos condene agresiones que ella ha sufrido, o pueda sufrir.
En muchos municipios catalanes no se han atrevido a presentar listas electorales varios partidos como el PP, Ciudadanos o Vox, por el clima existente de una minoría independentista-violenta que le parece que insultar, molestar o agredir físicamente es en defensa propia, casi hasta en legítima defensa, intimidando a candidatos o incluso a sus familiares.