La espontaneidad contra la norma
Al analizar una crisis, lo más importante es determinar la actitud de fondo que la produce. Actitud, preciso es decirlo, que suele estar oculta y subconsciente, y que hay que ponerla a la luz si queremos comprender el sentido global de sus múltiples manifestaciones. Y este es el tema que ahora nos ocupa. La honda crisis que el catolicismo viene padeciendo desde hace algunos lustros ha sido analizada desde muchos ángulos, pero no se ha llegado a desvelar, creemos, la actitud que está en su base. Es ya un tópico decir que se trata de un cambio de mentalidad para adecuar a la Iglesia a una nueva situación histórica; la crisis, en este supuesto, sería la convulsión inevitable de todo reajuste. Esta tesis, aparte de encerrar un juicio positivo sobre la crisis —y seguramente por ello—, parece ignorar lo más importante; a saber, que la crisis está producida por una tendencia incontrolada hacia la liberación, por un talante vital que poco tiene que ver con la mentalidad renovadora.