Náufragos, robinsones y llorones en Internet
La aparición de internet, la irrupción incesante de las nuevas tecnologías de la información y la multiplicación de las redes sociales han propiciado un cambio cultural y económica gigantesco, y eso que todavía estamos en el comienzo.
Afecta al ámbito laboral, lo comprobamos en la imparable venta o gestión “on line” de casi todo tipo de productos o bienes –en los bancos los empleados están muy nerviosos, al observar la disminución de clientes físicos y la necesidad de readaptar plantillas, a titulo de ejemplo-, en los medios de comunicación que llevan tiempo intentarse adaptarse con desigual éxito, en el ámbito familiar, educativo, administrativo: nada queda ajeno prácticamente a la revolución digital.
Tiene muchas ventajas internet, y desde luego hay que saber aprovecharlo. Por edad, ya contemplamos que hay jóvenes que podemos denominar “nativos digitales” y, en el otro extremo, personas que por edad se consideran “prehistóricos digitales”, renunciando a las ventajas que ofrece. También conozco abuelos y abuelas digitales con 85 y 90 años: depende de cada uno.