De las nuevas especies humanas
Desde la apertura parcial de la prisión, a la que me ha sometido el Gobierno sin motivación alguna por mi parte, he regresado a mi costumbre cotidiana de caminar.
El primer día, aunque recorrí varios kilómetros menos, me encontraba como Rambo, ¡no me sentía las piernas!, sin llegar a tener agujetas. Ahora voy progresando debidamente y aun me faltan algunos kilómetros para llegar al nivel habitual.
Pero no es de esto de lo que quería hablar. A mi regreso a la ronda de circunvalación de Castellón me he encontrado no con mucha más gente que antes, sino con la proliferación de unos tipos que siempre se apreciaban y se veían como forma de ser y estar egoísta y mal educada en valores ciudadanos. Hoy, tras ver anteayer un encontronazo bastante fuerte entre dos ciclistas, me decido a dedicarles un poco de atención, por si pudiera ser de la utilidad de alguien, autoridades incluidas.
Por lo general, la gente somos bastante cumplidores de las normas excepto estos tipos que seguidamente paso a describir: