Dimisión de Lambán
El senador socialista Javier Lambán debería dimitir, en vez de presentarse con grandes remordimientos éticos por la Ley de Amnistía. No es suficiente con que se ausentara para evitar votar, justificando su ausencia en que “incurriría en una insoportable deslealtad”.
La palabra “dimitir” suena muy poco en nuestro país. Bueno, realidad sí que suena, pero pidiendo que otros dimitan, no dimitiendo uno mismo por debacles electorales o virajes inadmisibles en un partido político.
Me pareció muy coherente la dimisión de Pere Aragonés, por los resultados de ERC, y me parece patético que Carlos Carrizosa no dimita al frente de Ciudadanos, y encima afirmando que se presentarán en las próximas elecciones ¿Tan difícil es reconocer el final de un proyecto político, que en 7 años ha perdido en Cataluña más de un millón de votos? Patética su aparición la noche electoral, agradeciendo los poco más de 20.000 votos y una cohorte detrás de él que siguen viviendo del partido, por ahora.