VALENCIA, CARAMBOLA de PUJOL, FRACASO de un PAÍS
En la Transición, Jordi Pujol se propuso que la lengua catalana fuera la clave de bóveda de un nuevo país. Para lograrlo, necesitaba cambios profundos dentro y fuera de Cataluña. De puertas adentro debía de recuperar el uso del catalán, en retroceso en una sociedad que, en las últimas décadas, había atraído a gentes de toda España que tenían el castellano como lengua materna. Para ello fueron fundamentales la inmersión lingüística —que se utilizó, además, para el adoctrinamiento en las tesis nacionalistas— y la televisión autonómica, TV3, con los resultados por todos conocido.