Misa en Madrid
El lunes, por iniciativa de la Conferencia Episcopal Española, se celebró una Misa funeral en La Almudena por las víctimas del coronavirus. Más de 40.000 muertos por la epidemia lo merecían. Asistieron los Reyes y, en representación del Gobierno, la vicepresidenta Carmen Calvo. No asistió Pedro Sánchez, probablemente porque no quería escuchar insultos y gritos contra él y su Gobierno, que los hubo en la calle. Tampoco asistió Pablo Iglesias, vicepresidente que “asumió” con gran solemnidad la gestión de las residencias a nivel estatal al comienzo de la pandemia, para luego no mover ni un dedo y trasladar a las comunidades autónomas toda la gestión y responsabilidad: tal vez Iglesias está exhausto por tamaña responsabilidad, o simplemente que le preocupa más la polémica por la tarjeta de su exasesora Dina. Tampoco estaba Salvador Illa, ministro de Sanidad, responsable titular de la crisis sanitaria. Sí asistieron familias de fallecidos y una nutrida representación de otras instituciones.