Hay un sector de otrora votantes del PP que se han alejado por la mala gestión de la corrupción política y por la debilidad o ausencia de valores morales que antes preconizaba, entre ellos el aborto.
Los votantes que ha ido perdiendo el PP se han ido a la abstención o a Ciudadanos, en este último caso por su insistencia en combatir la corrupción política, pero no los que preferirían un partido político que defendiera de verdad la vida y reformara el aborto en España, ahora totalmente libre tras la reforma de Zapatero, y también los que miran con asombro cómo se aprueban en diversas comunidades autónomas ley de ideología de género, como es el caso de Galicia donde el PP gobierna con mayoría absoluta o Extremadura.
Entre esos sectores, hay diversas actitudes, y que han visto cómo en el Congreso Nacional del PP se ha reafirmado un sí a la vida, pero abstracto, y con algo más de esperanza lo que ha afirmado Isabel Bonig, la presidenta del PP en la Comunidad Valenciana: el aborto no es un derecho, es un fracaso. Si es un fracaso, ¿qué propone el PP a nivel nacional?