El individuo en la aldea global
Por primera vez en la historia, la humanidad se encuentra unificada a través de los medios de comunicación con una rapidez y perfección que nadie podía imaginar hace unos lustros. Ya no hay barreras de espacio y tiempo entre los hombres; en cuestión de segundos, podemos ver lo que pasa en lo más extremo del mundo, informarnos de todos los sucesos en sus mínimos detalles, comunicarnos directamente de persona a persona. Todos estamos hoy intercomunicados en todo y nada se escapa al poder omnipresente de la red que cubre el universo mundo.

Buena ocasión el Día Internacional de la Mujer para reflexionar sobre el trabajo de las mujeres periodistas, sus dificultades y retos.
Estoy de acuerdo con Mariano Rajoy: faltan gobernantes. Se está demostrando en el futuro de las pensiones, tratado con falta de previsión y ocurrencias.
1.- Procede de Kenia. Al parecer pertenece a la noble y aristocrática tribu de los masai. El color de su piel es intensamente negro. Tiene unos ojos grandes y hermosos que ennoblecen sus facciones africanas. No sé como se llama, pero sé que se gana la vida de vendedor ambulante. De vez en cuando acudia a “La peonza”, en la calle Peñíscola y la dueña, Juani, le obsequiaba con algún refresco y con un ratito de acogedora conversación. ¿Y saben de que le habla este joven masai a Juani?. Le hablaba con una gran añoranza de su familia, de su madre y de su padre, y de sus hermanos. Y le contaba que su gran ilusión es ganar el dinero suficiente para aliviar la pobreza de su familia.