Opinión

La apuesta de Aznar

El ex-presidente del Gobierno y del PP, José María Aznar, fue el invitado el pasado lunes de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE, “lobby” selecto empresarial valenciano que preside el naviero Vicente Boluda. Aznar levantó más expectación de lo esperado por los empresarios valencianos, que acudieron al almuerzo-coloquio en mayor número de lo que es habitual cuando el invitado es un político, y no digamos –como me comentaba uno de los asistentes– cuando el político ya es “pasado”, como es el caso de Aznar. Y no defraudó, ni mucho menos, a los empresarios presentes.

Había expectación, pues era la primera aparición en público tras la decisión de Aznar de abandonar la presidencia de honor del PP. Los rumores de que podría fundar un nuevo partido habían ido creciendo en los últimos días, y fue precisamente una de las preguntas que le formuló un empresario. El expresidente fue tajante: “taxativamente, no voy a fundar un partido, pues el PP lo fundé yo”.

Qué y quién en Ximo Puig

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, tiene que hacer malabarismos continuamente, y desde luego su trayectoria política desde 1983 demuestra que sabe superar campos de minas, sobrevivir políticamente, en medio de situaciones complejas. Para algunos la supervivencia política es una habilidad y un mérito, probablemente para muchos políticos lo querrían para sí, pero para otros la supervivencia no es en sí misma una cualidad positiva, porque los principios ideológicos que llevan a la política pueden hacer aconsejable la retirada ética o, simplemente, asumir que hay ciclos políticos que aconsejan la renovación.

Ximo Puig fue jefe de gabinete con Joan Lerma, ha sido diputado provincial, alcalde de Morella, diputado en el Congreso de los Diputados, y ahora preside un gobierno tripartito en la Comunidad Valenciana, que él calificó recientemente como “plural pero coherente”, y lo hizo en el encuentro navideño con los periodistas de Castellón el pasado 29 de diciembre.

Un SEPE (INEM) que indigna y avergüenza

Día de ilusiones el de hoy, con ciudades y pueblos recibiendo a los Reyes Magos. Hay sueños y peticiones de niños, y también de mayores.

Cada uno tendrá su petición o sus peticiones, según su situación y la de su familia. Pero probablemente el anhelo mayoritario es que haya más empleo y de mejor calidad, para así dignificar la vida integral de los trabajadores y de sus familias, por las que sufre mucho más que por las privaciones o dificultades personales: se sufre más viendo sufrir a los que uno quiere que sufriendo uno mismo dificultades y penurias.

Desde luego, lo económico no es lo prioritario en la vida de la mayoría, pero el hecho de tener trabajo y de tenerlo con un mínimo de calidad permite trazar planes, proyectos vitales.

Cerramos 2016 con el mayor descenso histórico del paro y con el mayor número de altas en la Seguridad Social de nuestra historia. Buen dato, pero no para tocar las castañuelas, pues los millones de parados pesan a todos. “La mayor empresa de España”, me decía uno que ha pasado a engrosar la lista de parados.

Llengua i Literatura dels Valencians

Llegir les distintes tendencies i contrastar els diversos arguments, es practica imprescindible per a qui vullga arribar a la veritat objectiva en qualsevol conflicte. Este es el motiu pel que lligc alguns llibres que per la falta de rigor, les falsetats que duen i lo debil dels arguments que aporten me produïxen pena, pero sobre tot indignacio, especialment quan estos, estan subvencionats inclus alguns patrocinats en els diners de tots els valencians.

La crisis religiosa del pueblo

Según los datos estadísticos, la práctica religiosa ha descendido en los países de occidente de tal forma que, por su extensión y profundidad, tiene toda la importancia de un hecho sociológico. En países de larga tradición católica, como es España, este hecho se hace notar con especial relieve. Todo el mundo se da cuenta de que hoy la mayor parte de la gente, no sólo «pasa» de las cosas de la Iglesia, sino que parece vivir al margen de sentimientos y necesidades religiosas. Y es esto último, justamente, el más claro indicio de que nuestro pueblo padece una profunda crisis religiosa. La crisis es general, porque se extiende a todas las clases sociales. Ya no es sólo el mundo de los intelectuales y del proletariado; la descristianización también va ganando terreno en aquellas clases sociales que siempre habían sido la reserva permanente de los valores religiosos.

Sentido común en Navidad

Estos días pasados, con el epicentro en la celebración de Nochebuena y Navidad, además del festivo este año de San Esteban, ofrecen multitud de comentarios en las reuniones familiares o con amigos, además de observaciones de interés.

El sentido cristiano de estas fiestas se ha ido perdiendo, pero tal vez por eso mismo se observa –y se comenta– un renacido interés de algunos para que haya belenes en casas y despachos, como reacción a un planteamiento de meras vacaciones, copiosas comidas y cenas. Lugares donde otros años no se ponían belenes han visto este año cómo se recupera esta tradición. No sé si es mera apreciación personal o es algo generalizado, pero es una muestra de preservar el sentido de estas fiestas, que a mí me parece positivo.

Si se hubieran celebrado elecciones el 18-D

En unos momentos de incertidumbre y cambios políticos en Europa, nos queda la curiosidad de qué resultados electorales se hubieran producido de haberse celebrado las elecciones generales el pasado domingo, el 18-D. Al margen de que la mayoría hemos recibido como buena noticia que no hubiera una tercera convocatoria en un año.

Se han publicado encuestas de qué hubieran arrojado las urnas el 18-D, y parece lógico: el PP subiría en diputados, Podemos pasaría al PSOE y Ciudadanos se mantendría. Pero ya digo que “parece”, pues las urnas podrían habernos deparado sorpresas.

Soy de los que no he acertado en el referéndum del Brexit –pensaba que no triunfaría– ni en las elecciones norteamericanas, en las que estaba convencido de que ganaría Clinton y no Trump. Se ve que no valoraba el clima de cambio que había en Gran Bretaña y en Estados Unidos, aunque me consuela que soy de la mayoría.

Ser o Estar

…”Aquí la necesidad no es infamia; y si es honrado, pobre y desnudo un soldado tiene mayor calidad que el más galán y lucido; porque aquí a lo que sospecho no adorna el vestido al pecho que el pecho adorna al vestido… (Calderón de la Barca)

La espontaneidad contra la norma

Al analizar una crisis, lo más importante es determinar la actitud de fondo que la produce. Actitud, preciso es decirlo, que suele estar oculta y subconsciente, y que hay que ponerla a la luz si queremos comprender el sentido global de sus múltiples manifestaciones. Y este es el tema que ahora nos ocupa. La honda crisis que el catolicismo viene padeciendo desde hace algunos lustros ha sido analizada desde muchos ángulos, pero no se ha llegado a desvelar, creemos, la actitud que está en su base. Es ya un tópico decir que se trata de un cambio de mentalidad para adecuar a la Iglesia a una nueva situación histórica; la crisis, en este supuesto, sería la convulsión inevitable de todo reajuste. Esta tesis, aparte de encerrar un juicio positivo sobre la crisis —y seguramente por ello—, parece ignorar lo más importante; a saber, que la crisis está producida por una tendencia incontrolada hacia la liberación, por un talante vital que poco tiene que ver con la mentalidad renovadora.

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