Seis mujeres en Valencia
Un amigo suele comentar que no le molestan los insultos, sino que le llamen ingenuo. Lo ve como sinónimo de tonto, y eso ya le duele. Pues bien: en el caso de Mónica Oltra, se puede tener una opinión u otra sobre su modo de hacer y estar en la política, pero desde luego no tiene nada de ingenua.
Ciertas actuaciones de Mónica Oltra como consellera de Igualdad de la Generalitat Valenciana –que no me parece necesario evocar ahora, y lo dejo a la memoria o el interés del lector– le han valido calificativos de sectaria y hasta de cruel. Pero ingenua, nunca.
Oltra vive horas muy bajas en la política, sobre todo, por el caso de abusos sexuales a una menor por parte de su exmarido, también por otras cuestiones de centros de menores, así como su mala gestión de las residencias de mayores. Otra persona tiraría la toalla, pero Oltra no, y va a presentar batalla a los socialistas en la Comunidad Valenciana y a nivel estatal.