Nadia Calviño miente e insulta
Nadia Calviño, vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Economía, parecía un valor sólido cuando Pedro Sánchez nombró su Gobierno. Calviño venía con una prestigiosa trayectoria profesional y nos llegaban referencias de su valía y categoría humana.
Incluso llegábamos a comentar que era la única garantía de poder moderar la radicalidad y la falta de nivel de Pedro Sánchez, así como de algunos de sus socios de gobierno. Contrapeso de Pablo Iglesias, Irene Montero y Alberto Garzón, se llegaba a decir.
Nadia está fracasando estrepitosamente y a muchos nos ha defraudado, aunque mi grado de esperanza en ella era bastante relativo, ya que una sola persona no puede introducir sensatez y previsión en un Gobierno Frankestein, que únicamente tiene arreglo posible con nuevas elecciones. Un Gobierno esperpéntico no se arregla con una tirita, aunque se llame Nadia.