Opinión

Azcón-Lambán, Mazón-Puig

Como si se tratara de un torneo de tenis, las próximas elecciones autonómicas y municipales del domingo 28-M ofrecen unos apasionantes duelos o enigmas, sobre todo en algunas comunidades autónomas.

Es el caso de la disputada y relevante Comunidad Valenciana. PSOE y PP lo saben, de ahí su “desembarco” de líderes nacionales. Las encuestas dan mayoría absoluta a PP y Vox, con 50-51 diputados, cuando la mayoría absoluta está en 50 escaños: Carlos Mazón (PP) podría presidir la Generalitat Valenciana. Pletórico está el PP valenciano, y más tras el llenazo en la plaza de toros de Valencia, el pasado fin de semana, con 12.000 asistentes. Más que ajustada la previsión, que también otorga posibilidades a Ximo Puig, continuando el tripartito de izquierdas PSPV-Compromís-Unidas Podemos.

Bildu es ETA

En la última sesión de control del gobierno, Sánchez expuso en pocas palabras, de forma más transparente que nunca, la verdad de su filosofía política y vital. Y lo hizo al decir a la diputada de Bildu, Mertxe Aizpurua, que presentar como candidatos a 44 ex miembros de ETA condenados por graves delitos ya cumplidos y excarcelados, podía ser legitimo pero no era decente. A renglón seguido propuso a Bildu que siguiera colaborando con el PSOE durante la próxima legislatura.

De una vez por todas y por si algún español que votará el día 28 y de nuevo a fin de año no se había enterado, quedó claro que Sánchez se propone seguir pactando con los terroristas etarras, con los secesionistas catalanes, amén de hacerlo también con los comunistas de Sumar y de UP. Y ello sabiendo -como él mismo dijo- que no son decentes. Para él la Moncloa siempre primará por encima de la decencia.

Quedó claro también que aquel partido al que llamábamos cuidadosamente ex terrorista o filoterrorista era simple y llanamente etarra, como lo prueban los 44 candidatos.

Mazón o Puig

El próximo domingo, 28-M, toca votar, o no votar dejando que otros elijan a los que nos gobiernan. Elecciones autonómicas y municipales, una cita cada cuatro años para reflexionar y optar, aunque a veces no convenzan los candidatos. Llevamos semanas de “encuestitis”, un bombardeo de encuestas y sondeos que no cesan. Ante muchas encuestas, una sospecha interior de que refleja o resalta los deseos, más que intentar recoger objetivamente la realidad, que siempre se puede calificar como volátil.

Sea cual sea el resultado, que en el ámbito autonómico apunta a unos guarismos muy disputados para un gobierno PP-Vox o bien PSPV-Compromís-Unidas Podemos, pienso que hay una alternativa clara al plantearse el voto: Carlos Mazón o Ximo Puig como presidente de la Generalitat Valenciana. A cuál de los dos prefiere cada uno, de quién se fía más en estos momentos, depositando una papeleta que facilite el relevo en el Palau o la continuidad. Llámese voto útil o simplemente simplificar el caleidoscopio electoral.

Las malas opciones

No es que Pedro Sánchez sea un político ruin que quiso acceder al poder para destruir España. Recordemos que empezó negando cualquier posibilidad de pactar con Podemos ya que ello no le permitiría dormir ni a la mayoría de los españoles ni a él mismo. También aseguró que nunca pactaría con Bildu, aquellos filoterroristas indeseables. Seguro que a Sánchez le hubiera gustado poder pacificar y españolizar Cataluña sin necesidad de coquetear con ERC .

Pero pronto cayó en la cuenta que, o se entendía con aquellos partidos -Podemos, Bildu y ERC- o nunca pisaría la Moncloa con sus escasos votos y sus insuficientes escaños. Necesitaba a toda costa ese pacto Frankenstein y de ahí deriva la catastrófica situación en que fue hundiendo a España en los cinco años de gobierno.

Cinco años en que las malas compañías del presidente le hicieron escoger siempre por la peor opción que se le presentaba, poniéndose de parte de quienes no debía en lugar de apoyar a quienes la recta razón, incluso la suya, le dictaba en cada momento.

¡No más organismos públicos!

Las promesas electorales de estos días se van multiplicando, y lo harán más conforme nos acerquemos al 28-M.

A veces, son promesas que parecen una carta a los Reyes Magos, un deseo genérico e inconcreto, utópico, imposible. De todas formas, si los políticos van haciendo esas promesas es porque piensan que atraen votos, que “regalan” los oídos de los electores, que dan la impresión de tener un programa concreto de trabajo de gobierno.

Lo de “trabajo de gobierno” ya no está tan claro. Son promesas, porque a los políticos les pedimos un trabajo más serio, pues cobran para ello, o aspiran a cobrar si salen elegidos. Muchos no saben lo que es un horario de trabajo exigente de 40 horas, o se pierden en reuniones, comités, viajes y actos para hacerse la foto. Ahora van acelerados, porque se juegan el sueldo el 28-M: es una agitación muy pasajera.

Enseñanza y 28M

‘Escuela de Todos’, plataforma nacional a la que están adheridas las asociaciones de la Comunidad Valenciana ‘Idiomas y Educación’ y ‘Plataforma de docentes por la libertad lingüística’, remitió el 3 de mayo a los partidos con representación en las Cortes Valencianas una encuesta sobre cuestiones relativas a la enseñanza. Loable iniciativa, porque la enseñanza es una cuestión primordial, no precisamente residual, e interesa saber la postura de cada partido político en estos momentos. Si luego cumplen o no con su promesa electoral, también interesará comprobarlo, pero ahora tocar votar el 28M.

Vivir peligrosamente

Si en algunos países escandinavos el Estado vela por los ciudadanos desde la cuna hasta la tumba, sistema que ha sido criticado por encontrarse cerca de un comunismo de derechas y por desestimular la iniciativa privada, en España y en algún otro régimen progre de nuestro entorno ocurre todo lo contrario. La vida se vuelve aquí, para muchos, incierta, frágil y peligrosa desde el principio hasta el final. Intentaré demostrárselo.

Tres bombas contra la familia

La celebración del Día Internacional de la Familia, el próximo día 15, merece alguna consideración sobre la familia. La mayoría reconocemos que es muy importante, la institución básica de la sociedad, y a la vez es frecuente una diferente concepción, unos aceptando que está muy amenazada y debilitada –evito la expresión “crisis” a propósito, por demasiado utilizada y no siempre bien entendida-, y otros hablando de una hipotética evolución moderna que quiere anular pilares básicos.

La familia genera muchos debates. Hay quien habla de ella como algo idílico, o incluso utópico a la vista de la realidad.

La visión antropológica que cambia el concepto natural –“natural”, no “tradicional”- de familia, la devaluación del matrimonio y el desprecio del compromiso son tres auténticas bombas demoledoras para la familia.

No soy pesimista, ni por modo de ser ni a la hora de escribir sobre esta cuestión: es una realidad que veo por muchos lados, y la ceguera ante la realidad no es optimismo, sino infantilismo, debilidad o inmadurez para afrontar los problemas.

Familias llorando

Me gustaría poder escribir sobre la familia en la actualidad hablando de cohesión, estabilidad, cariño diario, respeto. Por supuesto que hay familias donde hay paz, libertad y felicidad. Sin embargo, es evidente que cuesta admitir que muchas familias sufren hoy, lloran, por la guerra, la pobreza, el paro o los enfrentamientos familiares. A esta situación no se llega por pura inercia, sino que hay ideologías e instituciones -y las ha habido- que promueven su debilitación, su disolución, su ruptura. Basta recordar el marxismo, entre cuyas prioridades figuraba la abolición de la familia: aniquilar la unidad básica de la sociedad para que el Estado formara y dirigiera a las personas.

En 1993 la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió que el 15 de mayo de cada año se celebre el Día Internacional de la Familia. El primero se celebró en 1994. Cada año tiene un tema. Este año se pone el acento en la vida saludable, las oportunidades de educación y promover la igualdad de género, y la ONU ha destacado que busca los objetivos principales de la Agenda 2030.

ANA MARÍA DE SOTO Y ALHAMA

Ana Mª de Soto y Alhama, soldado de marina

Nacida el 16 de agosto de 1775 en Aguilar de la Frontera, el 26 de junio de 1793 sentó plaza como  soldado de marina bajo el nombre de  Antonio María de Soto.

El 4 de enero de 1794 embarcó en la fragata Mercedes, de 34 cañones,  y en noviembre participó en los ataques de Bañuls, en la defensa de Rosas.

Con el mismo destino, tres años más tarde tomaría parte en la batalla naval de Cabo San Vicente de 14 de febrero de 1797 contra la armada británica.

Destinada en las lanchas cañoneras organizadas para la defensa de Cádiz, luchó contra el bloqueo de la armada británica, que se vio forzada a retirarse.

Suscribirse a Opinión