Posible explicación de un cobarde ensañamiento
Ha fallecido Javier Marías, cosa de la que ni me alegro ni por la que me compadezco. Si lo traigo a colación es porque era hijo del gran filósofo español Julián Marías, al cual, a pesar de haber sido un represaliado por su condición de republicano y por su cercanía a D. Julián Besteiro, en 1942, se le ofreció incorporarse a la Universidad, rechazando tal oferta, al no estar dispuesto a jurar su adhesión al Régimen. Este hecho le supuso el ostracismo oficial, pero es que el rojerío asesino también lo marginó, por su condición de católico, negándole, tanto el pan y la sal, como un lugar en su Olimpo de mentira y manipulación, Olimpo al cual Julián Marías jamás pretendió incorporarse.