Navidad 2020
La Navidad de 2020 se nos va a quedar grabada para siempre. El coronavirus ha marcado este año en el mundo, y lo va a hacer de nuevo en las fiestas navideñas. Van a ser unas fiestas llenas de contrastes, aunque también es útil recordar que la primera Navidad es un hecho histórico –no sólo religioso o ceñido a las convicciones religiosas, sino histórico, una realidad para toda la humanidad– plagado de contrastes, como el de que Jesucristo nazca en un pesebre. Hay un sentido profundo de la Navidad, ya en sus orígenes, que puede ser útil desentrañar cada año, todos los años, también en 2020.
Es la fiesta más esperada del año, la más jovial, en familia. Y este año no podremos celebrar la Navidad como otros años, con todas las personas que desearíamos estar. El Papa Francisco ha hecho una reflexión que puede sernos muy útil: en la vida de María y José no todo fueron rosas y flores, y podemos ahondar este año en el sentido de la Navidad. La pandemia puede quitarnos la alegría y hasta la vida, pero también puede ayudarnos a fijarnos en lo esencial de nuestra existencia, descubriendo el núcleo de la paz y de la alegría que afloran en prácticamente todas las letras de los villancicos.