Juicio de Residencia
Una persona normal; una persona corriente siente asco y repugnancia por la corrupción, sea ésta del tipo que fuere, venga de donde venga. Le incomoda el ladrón de guante blanco. Puede producirle vómitos y asco. Pero, en todo caso, la corrupción se combate con unos buenos principios éticos, con un buen sistema policial y con unos jueces profesionales e imparciales que apliquen unas leyes justas. Especialmente, de una manera general, con una prensa libre, vigilante e imparcial. Llegados a este punto, en mi opinión, en la situación en la que nos encontramos hay que darles matrícula de honor a nuestros jueces, a nuestros policías y a los periodistas que trabajan con un sano y objetivo criterio de la información.