Invierno demográfico
Recientes estudios históricos demuestran que no ha habido cultura y civilización que hayan podido sobrevivir más allá de tres generaciones -40 o 50 años- cuando sus índices de fertilidad se situaban por debajo de 2’3 hijos por pareja.
Europa se encuentra en estos momentos en 1’4 de media y España en 1’19 una cifra ésta que probablemente decaerá aun más después de la reciente ley de aborto que otorga a la mujer no ya la posibilidad sino el derecho a abortar.
La expresión “invierno demográfico” fue acuñada por el filósofo y teólogo belga Michel Schooyans, significando una disminución extrema de la población. El político francés Michel Rocard dramatizó aún más el fenómeno calificándolo de suicidio demográfico.
El proceso no tiene por el momento consecuencias mundiales sino regionales y paradójicamente incide más sobre los países desarrollados que sobre los menos prósperos de ahí que se haya considerado la prosperidad como el mejor método anticonceptivo.