HACIA LA DICTADURA
El ejercicio de criticar los constantes desafueros del legislativo y la obstaculización de la necesaria separación de poderes al acumularse todos ellos en manos del Ejecutivo, pueden volverse reiterativos y por consiguientes estériles.
No sé cuántas veces he repetido desde este diario la vergüenza que produce ver la actuación de nuestros representantes en el Congreso de los Diputados. Y también cuántas he denunciado el riesgo de acabar con el concepto de democracia tal como fue acuñado por Montesquieu en su obra "El espíritu de las leyes" allá por 1748.
La semana pasada hemos oído en el Congreso gravísimas acusaciones como la de considerar que tras el golpe con tricornios del 23-F, ahora la derecha iba a dar un golpe de togas forzando la decisión del Tribunal Constitucional y doblegando la voluntad del pueblo expresada en el Parlamento.