LA CUMBRE
La Cumbre de la OTAN que se clausuró ayer en La Haya iba a ser un encuentro de enorme importancia para el mundo y en especial para los 32 miembros de la Alianza, ya que había que desvelar qué grado de implicación en la defensa europea iba a mostrar Trump, hasta qué punto Europa estaría dispuesta a fortalecer su defensa en un momento en que Rusia seguía mostrando su agresividad, que China se presentaba amenazadoramente en el horizonte como posible primera potencia, y que el conflicto en Oriente Medio estaba recrudecido.
La grandiosidad de la reunión quedó parcialmente empañada por la actuación de tres de sus principales protagonistas: el Secretario General de la Alianza, Mark Rutte y los presidentes Sánchez y Trump.