Opinión

TVE defiende a Lalachus

Son innumerables las protestas tras la ofensa de Lalachus en Las Campanadas, en TVE. Varios amigos y conocidos se han dirigido a TVE para protestar. A uno de ellos –seguro que lo ha hecho a muchos más– le ha contestado la Defensora de la Audiencia de RTVE, Rosa María Molló, que sustituyó en el cargo a María Escario.

Es positivo que haya contestado al mail de protesta, el mismo día, 8 de enero. Denota profesionalidad y educación. La carrera profesional de Rosa María Molló (Lérida, 1963), en radio y televisión, curtida en mil batallas –en sentido estricto, en cuatro continentes y en 15 países-, merece respeto y hasta admiración. 

El catalán "esmorzar" del mamporrero 'Levante'

Desde que dejaron el chollo, no hace mucho, de ser el diario dedicado a promover y publicitar la prostitución más vejatoria (ver hemeroteca), los del diario Levante tuvieron que incrementar su prostitución idiomática catalanista. Tenían que limosnear los huesos de la publicidad y subvenciones directas e indirectas de la Generalidad del PP, que así lo desea y promueve. Hoy insisten en machacar a los indolentes y blandos valencianos con el catalán “esmorzar’; así que yo también insistiré en lo del DHIVAM 2024:

 

Lea este artículo en su versión original en PDF desde este enlace

El pucherazo venezolano consumado

No cabe ninguna duda que la relación de España con los países hispanoamericanos ha sido siempre muy especial y se ha mantenido estable por encima de los regímenes que hubiera en España y también en aquellos países. Franco resumió en pocas palabras el sentimiento que debía guiar nuestra diplomacia con Hispanoamérica: "No puedo romper relaciones con un país cuyo presidente se llama Castro". Ese sentimiento de hermandad se ha venido manteniendo por encima de crisis y malentendidos.

En Europa eran conscientes de que España mantenía una política de largo alcance con Latinoamérica y aceptaba de buen grado nuestro liderazgo conscientes de que era moderado, prudente y conciliador.

El plan de Gan Pampols

Han pasado exactamente veinte días desde que Francisco José Gan Pampols expuso su plan de reconstrucción en las Cortes Valencianas: 20 de diciembre. Sería hasta cruel hablar de paréntesis navideño en esta tragedia, pero veo pocas novedades en estas semanas.

Casas, garajes, ayudas que no llegan a los afectados. En más de una administración –del Estado, autonómica, municipal –ha habido “pachorra” en estas semanas, con vacaciones que se podían haber retrasado o anulado, pisando el barro –nunca mejor dicho-, y sabiendo que coordinar es imposible si faltan uno o dos.

Sí se han excedido los voluntarios, las empresas subcontratadas, los 120 marroquíes que llevan ya más de 150 garajes limpiados de lodo, ayudando a los exhaustos vecinos.

Pocas veces es más exacto afirmar que Gan Pampols abandonó su zona de confort –teniente general ya retirado- y aceptó embarcarse en la misión más importante de su vida, expresando que no podía negarse. 

Ecos navideños

Las Navidades de este año han ofrecido una perspectiva variopinta de cómo pensamos y vivimos en Castellón y en España. No pretendo hacer un elenco exhaustivo. Se dice que los periodistas somos un contrapeso del poder político: ojalá sea así o fuera así, porque soy crítico con nuestro trabajo, especialmente ahora. Abundan los silencios, falta crítica.

La alcaldesa de Castellón, Begoña Carrasco, merece una felicitación especial, porque ha logrado –es algo objetivo, se ha notado en calles y plazas– dinamizar Castellón en estas semanas, con casi 300 actividades, calles transitadas, familias con actividades variopintas. Hay observaciones que no deben depender del color político, y esta es una de ellas. Lo que diga la oposición política a este respecto, o silencie, puede honrarle: hacer oposición es reconocer aciertos notables, no sólo criticar solo lo negativo.

FRANCOMODÍN

Me apropio del título de esta columna que, como ustedes saben, ha ideado algún periodista ingenioso. La expresión es tan lógica que no encuentro ninguna alternativa que pueda describir mejor el momento que vivimos y la idea que pretendo expresar.

En los cuarenta años que Franco condujo los destinos de España, hay que reconocer que su imagen estaba muy presente en la vida cotidiana de los españoles de entonces. Aunque probablemente no tanto como lo está en los españoles de ahora.

La familia cuesta abajo

Formar una familia sigue a la cola de las prioridades entre los menores de 45 años: así concluye el “XIV Barómetro de la Familia TFW”,  encargado por la fundación The Family Watch a la consultora Análisis e Investigación. La familia está en alerta roja.

El 25 de diciembre no hubo prensa. Al día siguiente, que sí hubo, un periódico seleccionó en portada la noticia de que una mujer había abierto la cabeza a su marido, y que una mujer de 45 años –parece que había bebido- había mordido a su madre en el brazo. Los dos hechos, en el día de Navidad, como si fuera el modo mayoritario de celebrar la Navidad en los hogares. Violencia en casa como foto navideña, lamentable.

Me apenó por mis colegas, que seleccionan unas noticias morbosas. Se puede argumentar que la noticia no es que un perro muerda a un hombre, sino que un hombre muerda a un perro: no me sirve como excusa, pues esas noticias contribuyen a una imagen negativa de violencia y tensión en la familia, que no es precisamente animante.

EUROPA EN CRISIS

Hace un siglo, Europa era, en muchos sentidos, el centro del mundo. Nuestra cultura, nuestra ciencia, nuestra economía componían el modelo a exportar al planeta entero. Europa había sido raptada e imitada en los otros cuatro continentes como modelo de modernidad y progreso. Tenía una población potente -la cuarta parte de todo el mundo- y homogénea.

Las dos grandes guerras nos quebraron y debilitaron dejando al continente a merced de los Estados Unidos y de la Unión Soviética, una situación dramática que se prolongó hasta la construcción de la Unión Europea, que propició la caída del Telón de Acero y la recuperación de una etapa de reunificación del continente con renovado esplendor y optimismo.

CARRUSEL FIN DE AÑO

Cuando empiezan a cantar los premios el 22 de diciembre y hasta después de Reyes transcurre una quincena de días que para muchos es el tiempo de Navidad, del nacimiento del niño Jesús, de los belenes, del comienzo del cristianismo, del encuentro con la familia para celebrar tan importantes acontecimientos. Para otros muchos, esos días son las Fiestas, las luces en las calles, los abetos, Papa Noel, las comilonas, el turrón, la lotería, los mercadillos festeros.

Por cierto, un largo paréntesis: los mercadillos alemanes de estas fechas se han convertido en objetivo de los terroristas islámicos. Este año, el de Magdeburgo ha sido demencial. Un médico psiquiatra saudí, islamófobo, a bordo de una furgoneta, atropelló, mató a cinco alemanes e hirió a más de doscientos por considerar al país demasiado tolerante con el islam. ¿No hubiera sido más lógico que cargara sobre un mercadillo árabe o sobre una Mezquita?

JULIÁN RIBERA y TARRAGÓ, LO RAT PENAT y Las Provincias

El arabista, historiador y filólogo Julián Ribera (1858-1934) nació en Carcagente. Fue catedrático de Universidad y académico de las reales academias españolas de la Lengua (RAE) y de la Historia (RAH) En 1912, J. Ribera ingresó en la Real Academia Española con un discurso sobre “El Cancionero de Abencuzmán” y en 1915 en la de la Historia, con una disertación dedicada a analizar la “Épica andaluza romanceada”.

La correspondencia de Ribera retrata a un hombre enamorado de su huerto en Puebla Larga. A esta localidad regresaba cuando su actividad docente e investigadora se lo permitía. 

Suscribirse a Opinión