Ucrania siempre
Acabo de volver de Polonia, a escasos kilómetros del frente bélico y asilo principal de los refugiados ucranianos. Hasta cerca de siete millones de ellos llegaron a concentrarse en aquel vecino y hospitalario país, un 20% de la población total polaca. Una acumulación que se formo en ocho escasos años, desde que en 2014 empezó el conflicto con la absorción por Rusia de Crimea y parte del Este del país.
Se calcula en medio millón los refugiados ucranianos que escogieron vivir en Varsovia y es necesario reconocer que pese a representar un cuarto de la población total de la capital polaca, las calles siguen teniendo el mismo aire de siempre sin que se vean masas de emigrantes, ni gentes sin techo o familias desesperanzadas.
Eso si, en los comercios, en los trabajos inmobiliarios y según me dijeron, en el campo muchos hablan un polaco rudimentario cargado de acentos ucranianos. Todo ello dicho en favor de un país, Polonia, hospitalario y generoso que ha sabido acoger a quienes huían despavoridos de un peligro inminente.
Pero Polonia, pese a estar tan solo a unos kilómetros de la guerra sigue siendo un país tranquilo y seguro como lo es desde que ingreso en la OTAN en 1999 y en la Unión Europea en 2004. La guerra esta al otro lado de la frontera y a veces tan cerca de ella como cuando Rusia bombardea a modo de advertencia la antigua y bella ciudad antes polaca hoy ucraniana de Leopolis.