DIMISIÓN
Si en España se hiciera un estudio filológico sobre los vocablos más usados en la vida política tanto en el Parlamento como fuera de él, sin duda la palabra ganadora sería dimisión. Son muy pocos los políticos para los que no se ha pedido que renunciaran a su cargo en el que -se suele repetir ridículamente- no pueden permanecer ni un minuto más.
Seguramente la persona que se ha visto más acostada con peticiones de dimisión es el presidente de la Generalidad valenciana, Carlos Mazón. Sin duda se trata de una operación de la izquierda dirigida a recuperar la importante Comunidad y es bien sabido que la izquierda maneja estas operaciones de acoso y derribo con mayor efectividad que la derecha. Lo cierto es que en la tragedia de la DANA había como mínimo cuatro personas que debían dimitir antes de que lo hiciera Mazón, y son Sánchez, Teresa Ribera, Miguel Polo (director de la Confederación hidrográfica del Júcar) y María José Rallo (Directora de Meteorología).